domingo, 9 de diciembre de 2012

Auto-Vacuna para Curar el Cáncer de Seno, Colon y Estómago, por Dr. Jacinto Convit (postulado a Premio Nobel de Medicina)



Dr. Jacinto Convit
Inventor de la Vacuna a los 92 años
 

por José Agustín Reverón Orta, 25 Agosto 2010
del Sitio Web Articuloz

Dr. Jacinto Convit,
el médico de la esperanza.


Buena Noticia Para Venezuela Y el Mundo!


Ya está disponible la vacuna contra el cáncer de mamas, colon y estómago, descubierta por el. Dr Venezolano Jacinto Convit, y está disponible en el Hospital Vargas de Caracas y la aplicación es gratuita información por el teléfono
+58 0212 8626807
GRATIS


En días pasados, Venezuela se conmovió por una extraordinaria noticia que provenía de un científico venezolano de talla mundial como lo es el Dr. Jacinto Convit.

En efecto, este ilustre ciudadano, como es de todos conocidos fue quien, en otrora descubriera la cura de la Lepra, enfermedad está que fue destructora en la sociedad.

Dicha noticia fue la creación de una vacuna que cura el cáncer de seno, colon y estómago. Sus dotes de investigador y esa sensibilidad humana han producido, a sus 92 años, la cura milagrosa de este mal.

El Dr. Jacinto Convit ha sido postulado al Premio Nobel de Medicina. Afirma este ilustre médico, que cuando ayuda al prójimo y ve como cura una enfermedad, siente una gran satisfacción.


Actualmente, a sus 92 años, se encuentra a cargo de la dirección del Instituto Nacional de Biomedicina del Hospital Vargas. Tal es la humildad de este científico, que ese anuncio de la vacuna contra el cáncer, ha pasado por “debajo de la mesa” sin alardes ni escándalos.

De acuerdo a lo explicado por el Dr. Convit, dicha vacuna se encuentra compuesta por células mutantes del paciente, las cuales poseen varios tipos de células.

Para este científico,

“la mutación es la que provoca la recaída más adelante en el paciente, al combinar un gramo de células cancerígenas que tan solo tiene, si acaso, el costo de 5 dólares, el paciente desarrollo una mejoría en su propio organismo por la producción de anticuerpos que destruyen las células cancerígenas”.

Ahora bien, aquellos a los que se les ha suministrado la vacuna han sido satisfactorios, ya han pasado por pruebas al punto que dijo que los resultados obtenidos en los pacientes de cáncer en el colon, estómago y seno, han evolucionado satisfactoriamente y estos asisten con una inmensa fe y en gran cantidad.

Y como científico, demostrando que su actividad solo es en beneficio de quienes lo solicitan sin pago alguno, sin que exista recompensan dineraria, dijo que solo quiere contribuir en la vida de los pacientes, impartir tratamientos y no buscan dinero de nadie, es solo el interés de llamar a los pacientes para que asistan al Instituto y que lo más importante, es el carácter gratuito de la vacuna en el Hospital Vargas.

Yo personalmente me siento, como venezolano, honrado por este médico que solo busca el beneficio de su gente y nunca el beneficio personal, como siempre lo ha hecho en su importantísima vida profesional.

Esta nota no puede ser escondida, pasada al olvido, ya que tiene un contenido de vida para todos nosotros.

¡Honor a quien honor merece!.


Creadas Vacunas Contra Cáncer
...de Seno, Colon y Estómago en El Hospital Vargas de Caracas
por Jennifer Albornoz
07 Junio 2010
del Sitio Web Informe21

Con una sonrisa afable y una tranquilidad envidiable en medio del bullicio caraqueño, se encuentra el Dr. Jacinto Convit, rodeado de premios y placas de reconocimientos bien válidos, uno de los más grandes científicos que ha dado Venezuela, se mantiene a cargo de la dirección del Instituto Nacional de Biomedicina del Hospital Vargas.

A sus 92 años atiende bien dispuesto a sus pacientes tres veces por semana.



Este insigne médico venezolano, con más de 72 años de ejercicio explica que nunca tuvo interés alguno de trabajar en el lado privado de la medicina, cuenta con 51 años de labor ininterrumpida en el Hospital Vargas y 35 años en la conducción del Instituto de Biomedicina.

Genio nacido el 11 de septiembre de 1913 en la parroquia La Pastora, mejor conocida por el descenso de hermosas mariposas amarillas procedentes de las faldas del Ávila.

Hijo de inmigrante catalán y de madre venezolana de origen canario, inició sus estudios en el Liceo Caracas.

Cursó el bachillerato en el Liceo Andrés Bello, alumno destacado del gran maestro Rómulo Gallegos en la cátedra de Filosofía y Matemáticas, sin duda la emoción destila en la límpida mirada de sus ojos azules, al rememorar su juventud el reconocido académico expresó:

“Qué buenos recuerdos, un profesor ejemplar de talante visionario”.

En 1932 ingresó a la escuela de Medicina de la Universidad Central de Venezuela donde obtuvo el título de Doctor en Ciencia Médicas en 1938.

Una invitación le cambiaría la vida y demarcaría su destino en el año 1937, el doctor Martín Vegas conocido pionero en los estudios sobre la lepra dio a conocer a Convit, la vieja casona de Cabo Blanco en el estado Vargas, la cual albergaba a cientos de pacientes afectados por lacería o lepra.

En aquel tiempo esta enfermedad era el causal del prejuicio más arraigado dentro de la sociedad, a los leprosos se les encadenaba y eran custodiados por autoridades policiales, imagen que definiría el carácter humano de Convit, quien ante tal maltrato, exigió a los guardias un mejor proceder con los enfermos.

La compasión y el querer por los pacientes no tuvieron límites en Jacinto Convit, quien unió esfuerzos junto a seis médicos venezolanos y dos italianos, para encontrar la cura a esta enfermedad.

Luego de varias investigaciones con el único remedio empleado en estos pacientes, el aceite de Chaulmoogra, pudieron comprobar que el compuesto de Sulfota y Clofazimina podía fungir con gran efectividad en contra de este mal, lo que conllevó el cierre de las conocidas leproserías donde los enfermos eran encerrados y vejados en su condición humana.

En el año 1988, los grandes avances en estudios epidemiológicos, le valieron una nominación al Premio Nobel de Medicina, por el descubrimiento de la vacuna contra la lepra, la cual resultó de la combinación de la vacuna de la tuberculosis con el bacilo Mycobacterium leprae.

Un año antes de esta nominación, Convit recibió el premio Príncipe de Asturias de Investigación Científica y Técnica.


AVANCES CERCANOS

En una entrevista para este rotativo (Diario 2001), Jacinto Convit nos cuenta, con la sencillez propia del galeno de antaño,

Acompañado de una gran sonrisa, el invaluable científico venezolano, lanzó este enunciado sin ton ni son, en este sentido agregó que,

“el precio es enorme para combatir estas enfermedades, las terapias de quimioterapia son sumamente costosas para los pacientes, la quimio puede costar cerca de 3.000 dólares, la vacuna que venimos desarrollando en inmunoterapia del Vargas es gratuita”.

El investigador comentó que tal vacuna está compuesta por células mutantes del paciente, las cuales poseen varios tipos de células y no una sola,

“la mutación es la que provoca la recaída más adelante en el paciente, al combinar un gramo de células cancerígenas que tan sólo tienen si acaso el costo de 5 dólares, el paciente desarrolla una mejoría en su propio organismo por la producción de anticuerpos que destruyen las células cancerígenas”, reiteró.

Sin embargo, no todo queda allí, el especialista en enfermedades parasitarias, indicó que ha obtenido grandes resultados en los pacientes a quienes se les ha suministrado esta vacuna, en mención especial a las afectadas con cáncer de seno, que a juicio de esta eminencia,

“son las que asisten a nuestro recinto, con una inmensa fe y en gran cantidad”.

Por lo que sostiene,

“como esta vacuna no hay ninguna, en el país no es frecuente la producción de vacunas, somos más bien quienes las recibimos de otros países”.

Emocionado y con una lucidez increíble afirmó que,

“desde el Hospital Vargas queremos contribuir en la vida de los pacientes, queremos impartir tratamientos, no buscamos dinero de nadie, sólo llamamos a los enfermos para que asistan a este instituto”.

El talante de este genio y las ganas de hacer el bien al prójimo siguen intactas a pesar del paso de los años, aluden a un médico comprometido y un legado de vida sin distinción,

“uno trabaja para la gente que sufre, que no tiene dinero no hay nada más precioso que ver que la enfermedad se cura, el médico no debe enriquecerse con esta carrera, venimos a salvar vidas, esa es la paga más invaluable del mundo”, concluyó el hijo consentido que ha dado la parroquia La Pastora.

Fuente: www.bibliotecapleyades.net

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